Caminando entre los
muertos, quizá la muerta soy yo.
Quizá mi sangre está negra,
quizá él la envenenó…
Mirándolos voy perpleja y
escucho con pavor, decir que si el amor se aleja no importa si viva estoy.
Y las noches son eternas
sin comer y sin beber; pues como de sus recuerdos y bebo sus besos también.
Muertos mis brazos y
piernas, abandonados y fríos.
Enterrados los rencores, al
lado de sus promesas.
Y siento la muerte amiga
que me dice calla y mira, señala un camino que desde entonces yo sigo.
Que nunca tuvo inicio y
nunca tendrá final.
Es un sendero oscuro y
vacío.
Con bestias humanas todas, que distorsionan su
imagen y golpean su cuerpo, hasta que este sangre.
- Eréndira Poe
- Eréndira Poe
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